miércoles, 25 de mayo de 2016

La infancia de las hermanas Brontë y obras notables.

La historia de la literatura está repleta de anécdotas sobre grandes escritores que sufrieron notables rechazos de sus manuscritos por parte de editores que por esta o aquella razón desistieron de publicar obras que a la postre se convertirían en auténticos clásicos o best sellers universales. Ojo, todo lo cual no implica que si tu ¡oh joven! aspirante a escritor recibes en tus narices una negativa similar más luego te convertirás en un reconocido hombre de letras. No hay una relación causa-efecto.

(Retrato de Charlotte, Emily y Anne, por su hermano Branwell - 1833)
"La literatura no es asunto de mujeres, y no debería serlo nunca. Cuanto más ocupada esté con sus propios deberes, menos placer obtendrá de ella, ya sea como perfeccionamiento o como ocio. No ha sido usted llamada a estos deberes, y cuando lo sea, tendrá menos ansias de celebridad", fueron las duras palabras que el poeta inglés Robert Southey le escribió a Charlotte Brontë cuando ésta le envió sus poemas para que los revisara y comentara su opinión. La negativa está más dada por su condición de mujer que por la calidad de su obra (de hecho, en la misma carta Southey elogia sus poemas pero de todos modos le aconseja que se aleje de la literatura). Pueden ver un extracto y la carta original siguiendo ESTE link. Ahora, si quieren leer la carta en su totalidad, pueden dirigirse a este OTRO link (en inglés) en donde se aprecian los elogios citados.

Las hermanas Brontë nacieron en el pueblito inglés de Thornton, (oeste de Yorkshire), Inglaterra. Charlotte (el 21 de abril de 1816), Emily (30 de julio de 1818) y Anne (17 de enero de 1820). Hijas de Patrick Brontë (clérigo irlandés que fue a parar a ese pueblito para hacerse cargo como una suerte de "cura vitalicio" de la parroquia del lugar) y de María Branwell. 
María (nacida el 23 de abril de 1813), Elizabeth (8 de febrero de 1814) y Branwell, el único varón (26 de junio de 1817), terminaban de conformar el clan Brontë.

(Patrick Brontë)

Desde su más tierna infancia, las Brontë debieron soportar todo tipo de privaciones y duelos emocionales; A poco de partir a su sexto hijo, María Branwell cayó enferma (algunos mencionan un cáncer de útero o estómago, otros de una infección de cadera producto de las insalubres condiciones en las que daba a luz), y tras varios meses de agonía fallece (15-09-1821).

El sueldo que cobraba Patrick como clérigo no era suficiente para llevar una vida acomodada ni mucho menos, y por tal motivo, todos sus ingresos estaban dirigidos a cubrir la educación de su único hijo varón Branwell; Para ayudarlo en la educación y el mantenimiento del hogar, recibió el auxilio de Elizabeth Branwell, hermana de María.

Cabe aclarar que en la época, a mediados del siglo XIX, no era común que las mujeres recibieran una educación "superior" formal; más bien, se dedicaban a aprender los "oficios propios de su género" para luego buscarles candidatos para el futuro casorio. Tal y como reseñamos en el artículo dedicado a la buena de Jane Austen.

(Charlotte Brontë)
Charlotte, Emily y Anne fueron enviadas a un internado para hijas de clérigos llamado "Clergy Daughters", que era manejado con rígida conducta, y en donde las condiciones de salud e higiene general eran pésimas. Cuentan que, entre otros tormentos, debían rezar durante dos horas, apenas se levantaban de sus camas, para luego desayunar una comida horrenda que sólo podían ingerir por el hambre que tenían. Todo lo cual lo hacían en ambientes fríos y húmedos, que provocaban que cada dos por tres varias alumnas cayeran enfermas. 

Al mismo internado concurrieron María y Elizabeth, que fallecieron a consecuencia de la pésima atención que recibían en el establecimiento. Por tal razón, el padre Patrick decidió retirarlas de allí para educarlas en su casa. Contrariamente a lo que se estilaba por aquellos años, las animó a que leyeran, permitiéndoles acceder a todos los libros de su biblioteca, y las alentó a que desarrollaran su verdadera pasión: escribir.

La mala experiencia de esos primeros años inspiró a Charlotte para describir el colegio Lowood, que aparece en su novela más famosa: Jane Eyre.

Como una suerte de válvula de escape a su pésima situación general, los hermanitos Brontë dedicaban buena parte del día a escribir. Se dividieron en dos grupos y crearon sendos reinos imaginarios que acapararon su atención durante casi diez años: El de Emily y Jane, por un lado, se llamó Gondal; el de Charlotte y Branwell: Angria.

Primeras publicaciones. Poemas de Bell:  

Pasando por alto lo que sucedió en sus años como adolescentes y las peripecias que atravesaron en ese período (viaje a Bruselas de Charlotte y Emily para perfeccionar su francés, breves amoríos, y sus experiencias como maestras y tutoras para ganarse la vida), nos situamos en el año 1846. Por casualidad, Charlotte descubrió los poemas que Emily venía escribiendo desde hacía años, y se le ocurrió la genial idea de publicarlos, sumando los que ella misma había escrito y algunos de Anne. 

 (Emily Brontë)

Tuvieron que autofinanciar la publicación, amén de varios rechazos de partes de los editores del momento, y como sucedió hasta bien entrado el siglo XX, utilizaron seudónimos masculinos para poder publicar. Firmaron con los nombres de Currer (Charlotte), Ellis (Emily) y Acton (Anne) Bell.

(Así firmaron los poemas y primeras novelas; como los hermanos Bell)

La publicación de Jane Eyre, Cumbres Borrascosas y Agnes Grey.

Entusiasmadas por la publicación de los poemas, las hermanas Brontë se encaminan a editar sus novelas, todas el mismo año: 1847. Charlotte es la primera: Jane Eyre, que recibe críticas favorables y se convierte en un éxito comercial. Más tarde, Emily publica Cumbres Borrascosas, que si bien fue criticada severamente en su momento, con el paso de los años, diversos críticos la catalogaron como clásico por su originalidad e incluso muchos sostienen que es la mejor obra de las hermanas; Anne hizo lo propio con su novela Agnes Grey, que narra las peripecias de una institutriz, basada en la propia experiencia de la autora. Sobre esta novela, el irlandés George Moore no reparó en elogios al señalar que se trata de la "narrativa en prosa más perfecta de las obras literarias inglesas".

 (Anne Brontë)
De un año bueno a otro fatal: Como señalamos, 1847 fue un año excepcional para las hermanas Brontë ya que vieron cumplidos sus sueños de publicar sus obras. En los próximos dos años la familia sufriría la pérdida de tres de sus integrantes. El primero en caer en desgracia fue Branwell, pintor y poeta que logró cierto reconocimiento pero que entregado en sus años mozos al alcohol y las drogas (el láudano era de sus preferidas) fue desviándose del camino, desperdiciando buena parte de su talento. Mujeriego empedernido, no consiguió establecerse en un trabajo fijo, siendo echado en varias ocasiones de su puesto de tutor por acostarse con las madres de sus alumnos. Falleció de tuberculosis el 24 de septiembre de 1848, sin tener conocimiento del éxito que habían alcanzado sus hermanas.

La siguiente víctima de la tuberculosis -enfermedad extendida en aquellos años- fue Emily (el 19 de diciembre de 1848), quien se había dedicado con mayor empeño al cuidado de su hermano Branwell en los últimos tiempos de su vida. 

 
Seguidamente, en esta verdadera catarata de desgracias familiares, le llegó el turno a Anne Brontë. El de 28 mayo de 1849, un año después de publicar su segunda novela "La inquilina de Wildfell Fall", muere víctima de la misma enfermedad que Branwell y Emily.

Contrariamente a la actitud que había tomado Emily, que jamás quiso atenderse por su enfermedad ni amenguar su cotidiana actividad, Anne siguió los consejos médicos e intentó cuanto pudo para mejorar su salud. Realizó un viaje junto a su hermana Charlotte y una amiga para ver si podía recuperarse, pero a poco de llegar al destino, fallece a los 29 años.

Para 1849 entonces, sólo quedaban con vida Patrick, el padre, y Charlotte, la mayor de las tres hermanas (recordamos que María y Elizabeth fallecieron a edad temprana). Ante la muerte de sus hermanas, Charlotte se recluyó en Haworth junto a su padre, dedicándose enteramente a la literatura. Cada tanto, viajaba a Londres para publicitar y publicar sus obras y las de sus hermanas (o republicarlas, claro). En esos viajes entabla contacto con Elizabeth Gaskell, quien sería su biógrafa, y publica sus últimas dos novelas: Shirley (1849), en la que narra las consecuencias de la revolución industrial en su Yorkshire natal (el fenómeno del ludismo, que básicamente eran protestas de los artesanos ingleses ante la irrupción de máquinas de hilar y telares industriales que amenazaban con sus puestos de trabajo). En 1853 publica su última novela "Villete", en donde retorma su experiencia como alumna y tutora en Bruselas (a donde había viajado para perfeccionar su francés). Finalmente, el 31 de marzo de 1855 fallece víctima de tuberculosis. Un año antes había contraído matrimonio con el joven reverendo Arthur Bell Nicholls y al momento de su muerte estaba esperando un hijo.

Patrick Brontë, el clérigo irlandés, amoroso esposo de María Branwell, con quien tuvo seis hijos, sobrevive a su señora y a sus hijos hasta llegar a la edad de 84 años. Muere el 7 de junio de 1861, no sin antes publicar de manera póstuma "The Proffesor", la primera novela que escribió Charlotte, y de comunicarse con Elizabeth Gaskell para que le diera forma a la biografía de la más prolífica de las Brontë. 
No hemos hablado de las numerosas adaptaciones cinematográficas que se hicieron sobre las novelas más reconocidas de las hermanas Brontë (ni de otras referencias dentro de la cultura popular) pero sí les dejamos un link al video de Kate Bush intitulado "Cumbres Borrascosas", inspirado en parte en la novela de Emily.

En ESTE artículo pueden leer mucho más sobre la historia de las hermanas Brontë.

¿En SirBooks tenemos algo de las Brontë?  Por el momento, sólo Cumbres Borrascosas. Esperemos poder ofrecerles próximamente Jane Eyre y quizás alguna otra novela más. Veremos.


Saludos.
SirThomas.

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